Por Sergio Mejía
El otro día una de mis vecinas, una señora más o menos joven que me saludaba amablemente y con la que incluso alguna vez llegue a tener una conversación banal de más de 2 minutos (en 3 años de vivir en mi conjunto es el mayor tiempo de conversación sostenida que haya tenido con un vecino), me miró con verdadera ira y desprecio en sus ojos en respuesta a mi saludo al encontrarnos en la portería. Como no entendía ese cambio de actitud, le pregunté al portero por alguna pista (estaba convencido que se había filtrado el olor a ganja que dejé una hora antes de salir de mi apartamento). El portero en actitud cómplice me cuenta que lo que se había filtrado era el rumor de que yo tenía una revista pornográfica por internet, ante lo cual solté una carcajada, por un lado porque desde mi concepto BBYB está lejos de ser pornográfica, y por otro, porque no deja de ser hasta pintoresco el rechazo social e incluso repulsión que suscita en algunos la pornografía, el comercio del erotismo o el vivir abiertamente de la sexualidad humana.
Pues sí, vivir de la “explotación comercial de la sexualidad con total intención de lucro” tiene en general muy mala prensa y total desaprobación social. Uno de los sueños de mi adolescencia era emular a Hugh Hefner fundador de Playboy. Hasta donde he podido indagar no estaba solo en esa fantasía de mansiones, conejitas y farras de 3 días. Pero también entendí en ese entonces como ahora, que meterse con el tema sexual, el erotismo o la lujuria como razón del negocio (como pa’ no decir Core Business) también implica asumir el rechazo e incluso la estigmatización social y familiar. Aunque hemos evolucionado hacia una apertura mental sexual, el imaginario colectivo que se tiene de un empresario del sexo, llámese pornógrafo, proxeneta o taxista que recomienda prostíbulos, es más o menos la de un chulo explotador de mujeres, medio misógino, gordo, calvo y grasiento, de camisa brillante con solapa ancha y con la mueca típica del cocainómano de diario. Por un lado el cine y la tv necesitan de estereotipos qué vender y por otro es más fácil satanizar socialmente si enmarco lo que no apruebo dentro de una estética visual grotesca o repulsiva.
Pero, qué es lo que sustenta ese rechazo visceral hacia el hecho de lucrarse con el sexo? Si bien es cierto que el mercado del sexo tiene su lado feo y que vender sexo no es lo mismo que vender bonos de la Unicef, creo que la satanización de la industria sexual es injusta y como tantas cosas en este mundo, se basa en prejuicios y generalizaciones sesgadas. Pornografía y prostitución, según algunos, son manifestaciones de la misma explotación y violencia hacia la mujer y representan los principales demonios visibles de la industria sexual. Si bien es cierto que ninguno es exclusivo de algún género, la discusión tiende a centrarse en la posición asumida y determinada para la mujer y la mercantilización y degradación de su sexualidad. Debemos primero establecer una línea divisoria que separe la prostitución o pornografía legal, de otras vainas totalmente diferentes como la trata de blancas, la esclavitud sexual, la pederastia, la pornografía infantil o una violación. Y destaco estos, porque frecuentemente los opositores del porno y la prostitución tienden a equiparar el mercado del sexo con estos delitos sexuales que también, como la mayoría, rechazo con vehemencia.
Aquí hablamos de sexo consensuado, en donde adultos mayores de edad, con total uso de sus facultades mentales y de manera totalmente LIBRE, deciden mercantilizar su sexo bien sea ofreciendo su cuerpo a otro u otros, o prestándose para ser grabado o fotografiado en situaciones sexuales para su exposición pública. Entonces no hay coacción, no hay imposición, sino negociación y definición de acuerdos. Se tipifica un contrato sexual. El cliente y quien provee el servicio acuerdan las características, alcances y límites del mismo, sus costos y duración y si hay acuerdo se concreta el acto. Si no hay acuerdo, “todo bien y sweter, te llamo el taxi”. Si en el proceso se dan renegociaciones y se redefinen cosas, todo bien, mientras las dos partes estén de acuerdo. Nada muy diferente a ofrecer mis servicios de investigador de mercados a una agencia de publicidad y si me remito a mi último trabajo para una de estas fábricas explotadoras de la “creatividad”, quizá hubiese preferido ser una puta del barrio Santa fé, que está frente al traqueto de mando medio y con problemas de autoestima. Esos deben ser los peores cafres.
Pero bueno me dirán, “hombre como se le ocurre si quiera comparar la investigación de mercados con la prostitución y la pornografía, si en estas, lo que se vende es SEXO”. Si, con mayúsculas, santificado y pulcro. Una buena parte del rollo está en eso, en lo sacralizada que tenemos a la sexualidad humana y lo desprestigiados que tenemos al placer y al sexo. Aunque esto fue tema del anterior editorial, voy a traer a discusión dos argumentos esbozados en aquel escrito. Por un lado, al santificar el sexo estamos mitificando como sagrado algo que pertenece más a lo instintivo, y no por eso animal, del ser humano. Por otro lado, el placer merece recuperar su valor como factor equilibrador de la psiquis humana, en lugar de ser proscrito socialmente. No pretendo “bestializar” el sexo, pero tampoco podemos mitificarlo quitándole su carácter recreativo, lujurioso y casual, porque eso sí que sería deshumanizarlo.
Tampoco creo que sea acertada la sentencia de que quien se prostituye o como prepago o como actriz (actor) porno, esté “vendiendo su cuerpo” y que socialmente deba tener el estigma de “indigno” por esto, ya que finalmente el cliente, desde cualquiera de las perspectivas que se mire, no compra la persona, ni su cuerpo, ni su alma, ni su personalidad, simplemente contrata sus servicios, como le ocurre a un modelo, un narrador de partidos de fútbol o un boxeador. En este orden de ideas, no hay degradación si los involucrados están de acuerdo con las actividades en cuestión, sean del calibre que sean, o por sucias o por cerdas.
La realidad, nos guste o no, es que la prostitución se enquista cada vez más en nuestra sociedad, entrando de a poco en el cerrado núcleo de «la gente bien», haciéndose cada vez más frecuentes las «prepagos universitarias», estudiantes de reconocidos y conservadores centros educativos que optan por ganarse un billete «putiando». He hablado con varias de estas chicas como investigador y como cliente, y aunque seguramente no publicarían en su perfil de facebook que «prepagean» para pagar el arriendo del apto en Rosales y no le cuentan orgullosas a sus papás o a su novio cómo se lograron comprar el último Iphone o ese viaje por Europa, ven su actividad desde una perspectiva pragmática, como un «hobbie altamente lucrativo» que, si bien es cierto que es repudiado socialmente, se reconoce cada vez más como una opción de trabajo y sostenibilidad «fácil». La cosa es que más allá de las airadas voces que protestan por la degradación de los valores morales de la juventud, una prepago puede ganarse 5 veces más de lo que se gana una secretaria, solo con 2 horas de trabajo o un polvo al día y siendo su propia jefa.
No obstante y siendo honestos, la parte fea de la industria sexual es innegable. Hay mucha cochinada, violencia y estereotipos malucos, además de que la situación de intimidad sexual conlleva una gran vulnerabilidad psicológica. Pero esto no define el negocio del sexo, ni debería generalizarse sobre toda la industria. El que exista tanto cura malparido violando peladitos, no implica necesariamente que todos sean unos cacorros, ni que los obispos o el Papa dirijan una mafia de violadores pederastas, así sean unos encubridores de los pirobos que sí la cagaron y la siguen cagando. Entonces lo malo no es la industria sexual per se, sino algunas expresiones extremas, delincuenciales o hasta bizarras de esta.
La realidad del mercado del sexo es muy diciente. Solo en Internet existen 370 millones de sitios porno y cada día se suman miles más. Pronto se lanzarán los dominios con la extensión xxx, lo que promete una mayor expansión de la pornografía en internet, y también seguramente un mayor control. La prostitución no ha sido erradicada de ningún lugar de la tierra, ni siquiera en países totalitarios o extremistas religiosos, incluso bajo amenaza de muerte o encarcelamiento, y esto es porque, junto con la pornografía, son expresiones de la sexualidad humana, paralelas a la evolución de ésta y que según algunos la complementan y enriquecen. Por supuesto, requieren ser reguladas y controladas, tanto por los estados y la ley, como aceptadas y «normalizadas» por la sociedad. Con esto me refiero a que se les deje de considerar actividades oscuras e indignas, relacionadas con delincuentes o propias de mafiosos y mujeres esclavizadas o sin principios morales. Esto lo único que logra es rotular al trabajador sexual como una lacra social, protagonista de conflictos sociales relacionados con la vagancia, la violencia, el consumo de drogas y de enfermedades de todo tipo.
Incluso pronunciamientos recientes de la Corte Constitucional, son peyorativos y sesgados moralmente al descalificar como indignos a quienes ejercen la prostitución; «Para el Estado social de derecho la prostitución no es deseable, por ser contrario a la dignidad de la persona humana el comerciar con el propio ser…por ello la tolera como mal menor; es decir, como una conducta no ejemplar ni deseable, pero que es preferible tolerar y controlar, a que se esparza clandestina e indiscriminadamente en la sociedad…. Y va más allá en otro de sus apartes, al desconocer la protección laboral de sus actores…De ahí que no sea exacto presentar la prostitución como trabajo honesto, digno de amparo legal y constitucional, ya que ésta, por esencia, es una actividad evidentemente inmoral, […] Mientras el trabajo es promocionado por el Estado; la prostitución no lo es, ni puede serlo; es decir, no puede caer bajo el amparo de que goza el trabajo». (Corte Constitucional, Sentencia T-620/95 de 1995. Expediente T-52600). Pronunciamientos como éste de la Corte escandalizan por su moralismo y por que señalan acusatoriamente una actividad que para bien o para mal, ha estado presente con el ser humano prácticamente desde que nos establecimos en sociedades organizadas, desde la prostitución sagrada practicada en los templos/burdeles o «Kakum» de la diosa Istar en la antigua Sumeria, hasta las sacerdotisas/prostitutas o «heteras» magistralmente inmortalizadas en las pornográficas paredes de los prostíbulos de Pompeya.
Por otro lado, pretender esconder debajo de la alfombra fenómenos sociales como la prostitución y la pornografía es por demás ingenuo e inconveniente. La negación y descalificación del oficio, favorecen la explotación sexual y laboral, ya que abren el espacio para la marginalidad y desvalorización de los trabajadores sexuales, excluyéndolos del colectivo social, de su protección y de sus derechos laborales y ciudadanos. Y es esto lo que favorece la coacción, la manipulación y el abuso, tanto de clientes, como de intermediarios o proxenetas. Una prostituta, marginada socialmente por inmoral y rotulada casi como delincuente, no denuncia el abuso o el maltrato porque implica hacerse visible en una sociedad que la censura y rechaza, por lo que es fácilmente manipulada y extorsionada.
La prostitución voluntaria, como una forma legítima y ante todo socialmente VÁLIDA de trabajo, garantiza el reconocimiento de sus actores como “trabajadores (ras) sexuales”, con todos los derechos laborales que esto implica, facilita el control y reglamentación de las condiciones en las que trabajan las prostitutas y reduce los riesgos y la violencia a la que pueden estar expuestas. El impacto social sería igualmente positivo, en la medida que permitiría un acceso directo y permanente a poblaciones de riesgo con programas de prevención sexual, salubridad y capacitación sobre sus derechos humanos y laborales, mejorando sus condiciones de trabajo y entorno social y seguramente los indicadores e incidencia de enfermedades de transmisión sexual bajarían. Además un mercado sexual visibilizado, normalizado y aceptado como actividad empresarial, tributa impuestos que pueden ser reinvertidos en el mejoramiento de las condiciones de las personas dedicadas a dicha actividad y del entorno relacionado.
La visualización, control y acceso a programas de orientación funciona, como lo demuestran estudios sobre la prevalencia de enfermedades de transmisión sexual en grupos de riesgo. Según investigadores holandeses que publicaron su trabajo en el British Medical Journal en 2008, se presenta más prevalencia de enfermedades de transmisión sexual entre parejas que habitualmente intercambian y practican sexo grupal, o swingers que llaman, que en grupos tradicionalmente considerados “de alto riesgo” como las prostitutas. Las tasas combinadas de clamidia y gonorrea fueron de algo más del 10 % entre las personas heterosexuales, del 14 % entre los hombres homosexuales, de poco menos del 5 % entre las prostitutas mujeres y del 10,4 % entre los «swingers». Puntualiza la directora del estudio: “Mientras que otros grupos de alto riesgo, como los jóvenes heterosexuales, los hombres homosexuales y las prostitutas, son relativamente fáciles de identificar y tratar, los “swingers” son generalmente una comunidad oculta”. (Anne-Marie Niekamp, Universidad Maastricht. 2008).
Hay tres realidades en los países en los que se han «normalizado» la prostitución y la pornografía. Una es que parece aumentar la oferta, básicamente porque hay más interesados (as) en involucrarse en un negocio lucrativo, legal y abierto a la sociedad. La segunda es que disminuyen dramáticamente el proxenetismo e intermediarios metidos en el negocio, y por ende los abusos, ya que convierte al trabajador sexual en independiente o, con algo de orientación, en empresario generador de empleo; y la tercera es que las condiciones laborales de los trabajadores sexuales mejoran, por el riesgo que corren a ser denunciados los empresarios abusadores y por que dejan de ser una “comunidad pseudo invisible” y proscrita socialmente.
Una reflexión final; el mercado del sexo está presente y siempre ha estado en nuestra realidad social, nos guste o no. Aunque la prostitución y pornografía con adultos en Colombia no son un delito, son consideradas lacras sociales, actividades de por si «inmorales», según la Corte Constitucional, propias de maleantes y malvivientes. Aun a pesar del repudio social, prejuicios y actitudes persecutorias, principalmente de instituciones religiosas, prostitución y pornografía permanecen vigentes y se establecen cada vez más como una alternativa de ingresos y sostenibilidad individual y familiar. Abordar la situación sin actitudes prejuiciosas o moralistas, con la verdadera inclusión social de sus actores, sin pobretearlos como víctimas o discriminarlos como parias sociales, por un lado humaniza al trabajador sexual al otorgarle verdadero respeto como ser humano, libre y autónomo en sus decisiones y por otro, nos hace más consecuentes con la situación de estas personas y con nuestra propia realidad social. En la sociedad humana, mientras más negamos nuestras realidades, más nos exponemos a sus demonios.
federico nietszche ya lo dijo.lo apolineo representa la razon y lo dionisiaco lo instintivo como el sexo,critico a la cultura occidental por racionalista y antinatural.
excelente..
pero para mi que el sexo sea tratado tal y como es en este momento. Que placer, que misterio habría si hasta para su mama y papa ir a estar con una puta fuera un acto natural y un acuerdo verbal por dinero entre dos adultos? seria aburrido. Solo imaginense que seria del sexo, las putas, los burdeles, si el sexo dejara de ser un tabú y se convirtiera en otra necesidad de la condición humana NORMAL
para mi lo mejor del sexo esque es un tabú.
Yo siempre he querido «involucrarme» en el negocio del sexo de manera legal… siempre que lo he insinuado todo el mundo se aterra…. una vez le dije a mi mujer que invirtiéramos en ese negocio que así podríamos estar mejor económicamente -el sexo vende por que vende!- y me gané una cachetada la hijueputa!!!! ánimo mi querido amigo, haga lo que los otros no hemos podido hacer!!! chevere la revista!!!
«En la sociedad humana, mientras más negamos nuestras realidades, más nos exponemos a sus demonios»
Y ciertamente la negación es lo que tiene a Colombia en una penumbra cultural lamentable, todo por los conservatismos y fanatismos exacerbados. La sexualidad es parte del ser humano y negarla es hacer que el ser humano se desconozca así mismo, desconozca su cuerpo, sus necesidades y fantasías. Pero como todas las evoluciones, lleva tiempo. ¿O quién le hace entender eso a unos padres o abuelos católicos que el ser humano es el dueño de su cuerpo y no Dios? Por los motivos que existan trabajadores sexuales, desde la niña rica y ambiciosa que quiere más plata de la que le dan sus papás para su farras o su ropa cara, hasta la mamá desesperada que acude a esto como último recurso para alimentar a su pequeño hijo. Válidos o no para quien sea, el cuerpo es de uno y uno hace con él lo que le pegue en gana y por esto no debe ser tratado igual que a un delincuente o ladrón, y más cuando se está pasando una necesidad y no se está dañando a nadie con ello.
Excelente artículo.
Bueno la pagina tiene un enfoque netamente femenino, que rico,,, pero los hombres también nos prostituimos por dinero o por placer, yo iría con una vete fogosa medianamente presentable por unos cientos a una playa X y que jajaj, bueno ropa y fragancias si he aceptado solo por mis manos creativas, alguna vez una vendedora muy sexy de un almacen de ropa me coqueteaba mientras una amiga con sus añitos me compraba un jean y me decia…tu mami si te consiente no? jejeje
Es una buena defensa. Yo vengo investigacndo sobre pornografía desde el pregrado y ahora estoy en maestría en las mismas. Si bien, no me he sentido estigmatizado, ultrajado o rechazado por mi pasión hacia lo pornográfico, si considero -y estoy trabajando para ello- que hay que desnaturalizar la predesposición natural masculina frente a la pornografía. No todos los hombres son tan «pornofilos» como los que divagamos por estos lares. Pero lo que sí invito a considerar en este debate, son los presupuestos discursivos de la pornografía para el sistema capitalista y para una heteronormatividad del deseo de lxs espectadorxs.
>Preferible que los enfermos vieran pornográfia y no que esten por ahi violando, abusando.
>Que buen escrito, que buena critica, que buen trabajo.Estoy totalmente de acuerdo, los temas sexuales no tienen que seguir siendo un mito, algo prohibido, algo de lo que no se debe hablar; al contrario entre mas sepamos de estos temas sin irnos a extremos probaremos nuestro gran conocimiento en el tema, y por cierto nadie se avergüenza de sus conocimientos.Muchas gracias y los felicito, que revista tan del putas.
>Encontrar esta revista es como una revelación. LOS AMO! felicitaciones por su trabajo
>que marica, buena bonita y bogotana se deberia llamar, inmunda, que asco y que pena pero esas no son bogotanas… deberian pulirle mas a las peladas que se levantan para esas fotos… que asco.
>si es cierto que algunos trabajadores sexuales consumen drogas y alcohol muchas otras personas lo hacen, puede que su trabajo las/los haga un poco mas propensos a consumirla, no significa que todos lo hagan, las personas devemos empesar a ver las cosas como son no devemos generalizar ni jusgar por la conducta de algunos.las sociedades deven estar en constante evolucion al igual que la humanidad y deven adaptarse a los tiempos modernos,que el abuso de sexo puede generar desequilibrios psicologicos si es cierto pero he visto peliculas y temas de extremo gore que perjudican mucho mas la mentalidad humana, historia nos muestra los problemas que tiene la prohibicion o el rechaso de algo latente el la naturaleza humana, el alcohol fue prohibido por un timpo en u.s.a y eso produjo contrabando,muertes extorciones todo por crimer organizado alimentado por el dinero del el alcohol,el exeso de alcohol es perjudicial para la salud(prohibida su venta a menores de edad) asi como el exeso de sexo es perjudicial para la mente,los humanos gozamos de algo muy util la adaptabilidad si somos capases de adaptarnos al consumo de alcohol o tabaco por que no somos capases de adaptarnos a un ambiente cultural y social moderno?,dejemos atras la epoca en que nos dava miedo nuestro cuerpo y nuestras capasidades .los/las trabajadores/ras sexuales son seres humanos tambien,el estado deve garantisarles sus derechos humanos sin importar su trabajo ,condicion sexual,etnia etc la mejor forma de evitar la explotacion de un trabajador sexual es creando organismos de control que aseguren la seguridad de los/las trabajores/ras sexuales y de los clientes .hace unos cuantos comentarios observe un parrafo que decia que los jovenes preferirian especializarse en prostitucion y no en carreas profecionales ya que estas dan mas dinero………pues yo he visto que los capos de la droga, sicarios y gente por fuera de la ley ganan buen dinero pero ami no se me pasa por la cabeza exportar droga a un pais ni matar a alguien por facil que sea, no a todas las personas les encanta el sexo,hay gente que por nesecidad se meten en este negocio pero nadie nos da el poder para decir quien lo hace y quien no,las personas nacemos con libre albedrío y podemos escoger que hacer con nuestras vidas y nuestros cuerpos.
>HolaMe llamo Paulina soy administradora de un directorio web/blog. Me ha gustado mucho tu blog adulto, busco intercambiar enlaces. Por ello, me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, consiguiendo que mis visitantes entren también en tu web.Si estás de acuerdo, házmelo saber al mail: paulina.cortez@hotmail.cl Suerte con tu web! :)Pau
>Hoy en dia tanto las mujeres como los hombres, maricas y demás géneros, se prostituyen por solo placer, por estar económicamente bien , por pasarla rico, por conseguir mas amistades para la vagancia, y para sacarlos de un supuesto lapsus económico como suelen decir, ya quedo atrás historias como : no yo estoy trabajando en esto porque tengo un hijo enfermo, porque mi mama ya está muy vieja y no puedo mantenerla…. Historias como estas ya no …. Hoy en dia la mayoría de las niñas que conozco prostitutas lo hacen porque les gusta el sexo, las drogas y el alcohol, porque esta profesión va de la mano con estas , desafortunadamente. Pero lo único cierto es que todos en algún momento hemos visto o estado con una de estas personas. Y para mi cada uno es libre de hacer lo que quiera sin llegar a irrespetar a los demás. Yo por lo menos soy cliente de estas niñas, me gusta desordenarme con ellas.
Tengo 22, rola, y si tengo la fantasia de que alguien me pague por tirar. Alguien $e anima?
>El derecho democrático al goce, el degollamiento y desmembramiento de la carne, el olor, el tacto, el sentido…el sentido por el asco, la esencia de lo repugnante, encontramos que occidente huye de todo aquello a lo que cree presentar vulnerabilidad, que cree como propicio para la contaminación y la intoxicación de su Yo arrogante. Los peregrinos creían ser el pueblo elegido de Dios y hoy en día los gringos creen ser los herederos de la única democracia, la iglesia repudia el pecado pero a la vez gran mayoría de ella profana y sodomiza orificios corporales, hoy la sociedad tacha la pornografía y Manuel Teodoro desde su confesionario dominical advierte que el observar pornografía debe ser considerada como una conducta patológica…¿Patológica?!…que pensaran entonces de la masturbación? La fornicación autocontrolada por el impulso del Yo sería un acto descarado, repulsivo y/o visceral si se quiere, seria acto de control ortopédico, acto a corregir…Foucault en sus escritos menciona como la negación de la masturbación es universal, el circulo surrealista disfrutaba del calor de los burdeles parisenses, Buñuel habla de temas de culos, Dalí encuentra en ellos el espacio más místico del universo, Picasso prefiere fornicar antes de glorificar su pintura, Jesús dialoga con prostitutas, mi canal Cinemax es el más glorificado los sábados en las noches y con mi última novia veíamos películas XXX y acostumbrábamos a visitar burdeles. Es increíble como una sensación de asco puede gobernar tantas emociones sobre el ser humano y modificar su experiencia con el mundo mismo, ya dirán algunos “el mundo es un lugar peligroso en el que la capacidad de contaminación de lo inferior suele ser más fuerte que la capacidad de purificación de lo superior”…lo más interesante es que la prostitución son de los oficios más antiguos del mundo, o bueno! No exactamente ese nombre de prostitución era el aplicado en el imperio asirio en el cual se ofrendaban mujeres vírgenes para que fueran penetradas por los diferentes miembros de la comunidad, ¿se imaginan al mundo sin sexo? Pues sencillamente no habría mundo, como puede haber mundo si no hay fornicación, penetración, compaginación, alteridad y subalteridad, toque toque…esta gente que tanto critica la prostitución, en este caso, la edición de una revista pornográfica o como sea en la web, será que nunca tuvo relaciones sexuales? Será que en pleno acto sexual sentían desprecio hacia su pareja? Será que sus genitales les producen desprecio? Y si es así, porque no se los amputan? Y donde quedan los olores? No olvidemos que el ser humano al igual que los otros animales produce olores…será que en el acto sexual cargan con botellas de límpido, perfumes y desinfectantes todo el momento?…NO!, precisamente porque esto ya ha sido naturalizado por el ser humano…habrá entonces que naturalizar aquellos sentimientos que nos producen asco? Habrá que asimilar nuestro cuerpo y vivirlo totalmente con verdadera libertad? Pues claro que sí, pero no basta con decirlo, JUST DO IT!
>Para el primer comentario anónimo, no existe tal cosa como caminos facilistas y comodos, desde que no se afecte a los demás, cada quien debe ser libre de buscar su felicidad, idealmente debería haber un equilibrio entre la propia felicidad y el bien común, pero cualquiera de los dos extremos es nocivo, uno conduce al egoísmo total y el otro a la amargura y esclavización colectiva, el reto es lograr entender que no existe realmente felicidad si esta no se puede compartir y que de una forma u otra todos estamos conectados.Además, el camino más fácil que existe es seguir todo lo que la sociedad te indica sin cuestionarte absolutamente nada, sin realmente entender nada y por lo tanto no poder aportar tampoco nada, ser un esclavo empleado que vende su cerebro y compra la felicidad material que el mundo comercializa. Créeme aprender un oficio y emplearte al mejor postor, seguir ordenes y recibir un sueldo constante no es lo mas complicado que existe. Arriesgarte a hacer cosas diferentes, a conocerte a ti mismo e intentar aportar algo al mundo, si que lo es.
>Exelente
>Artículos así esperaba yo encontrar en SoHo.
>Muy buena critica, si todos pensáramos tan abiertamente como decimos;situaciones como estas no se presentarían estaríamos viviendo en una sociedad mucho mejor, lo peor de un error es tratar de ocultarlo esperemos que algun dia la sociedad deje tantos estigmas banales que no sirven de nada.
>Sobre el comentario anterior, me parece una discusión interesante pero me parece también que es obvio que no se trata de facilismos sino de realidades. Si el del comentario anterior cree que la sociedad va a convertir a empujones a su hija en prostituta significa que es incapaz de criar hijos, porque si fuera por eso, no habría otra opción que ser todos alcohólicos. Que viva bbyb y que vivan los cuestionamientos sobre el bien y el mal.
>Que la prostitucion y ahora la pornografia fue, es y sera ni hablar, pero que nos acostumbremos de manera facilista y comoda no va mas. Para nadie es un secreto que la pronografia y la prostitucion tiene un trasfondo psicologico y es que hoy ya no se putean por hambre o necesidad, sino por comodidad, es mas facil como dice el articulo ser prepago que secretaria, y como lo que importa es cuanto mas puedas tu tener que el otro, te va lo que diga la sociedad, disfrazandolo de rebeldia, libertinaje y cultura moderna. Si es asi, dentro de un tiempo como nos ha tocado hacer con la mayotia de los vicios de la humanidad, dentro de poco ya no solamente habra burdeles organizados con tarifas, pago de impuestos, catalogos y promociones, sino que nuestros hijos nos pediran que le paguemos una carrera tecnica o profesional en prostitucion, porque es mas facil que ser un ingeniero o abogado. Lo que es rico, bueno y facil sigamoslo haciendo y legalizemoslo, porque de aquello de fuerza de voluntad y corraje ya no mas, cigarros, alcohol, drogas y putas??? que seguira pederastia, canibalismo, ????