“Posar en cuatro con cara de sexo es válido, pero ya hay mucho de eso, recuperemos el erotismo”
El comentario acompañaba la foto de una niña de perfil, en ropa interior, siendo todo lo sensual que la política de facebook le permitía ser sin recibir censura y con un erotismo sutil, que en este caso su amiga reivindicaba. La amiga, por otro lado, era una de estas mal llamadas feministas que cumplen con no juzgar de dientes para afuera ninguna acción en la que vean a una mujer empoderada, pero que en el fondo siguen reproduciendo la jerarquización de lo que está bien y mal; de esas que se creen con el criterio de decidir que ya es suficiente de una u otra cosa.
Las mujeres “posando en cuatro con cara de sexo” no son una novedad, no es algo que se esté inventando BByB o que haya iniciado con la Chicholina, pero ¿enserio? ¿ya hay mucho de eso? Entonces, ¿por qué sigue causando tanta conmoción? ¿Por qué sigue generando tanta controversia? Estoy convencida de que el problema no es que “ya haya mucho de eso”, el problema es que está en el extremo contrario de lo bien visto, del buen gusto, de lo aceptado, de lo delicado, del erotismo sutil y, ante eso, ante algo que lleva tanto tiempo en el lado opuesto, en el oscuro, en el de la media noche con audífonos puestos, en el extremista, en el radical, solo puedo lanzar un gigante ¡VIVA!
¡VIVA! Porque gracias a que existen posturas radicales, en ambos extremos, existe la posibilidad de moverse de lado a lado o permanecer en puntos intermedios. Gracias a que existe la extrema derecha y la extrema izquierda es que es posible moverse entre un progresismo light y una “derecha intelectual”. Gracias a que existen mujeres posando en cuatro con cara de sexo es que pueden existir chicas que posan en ropa interior, con la pose más soft, ligth y “artística”, (a las que podría ponérsele la marca de agua de Leonisa y nadie notaría la diferencia-), y es a cada una de ellas a quienes están dirigidas estas letras:
Querida:
Gracias a la mujer que se empelotó, que fue vulgar, de mal gusto, retadora, incorrecta y sexualmente provocativa, es que hoy tú puedes hacer lo que haces sin ser tildada de puta, de no valorarte, de no respetarte; porque esos adjetivos siguen reservados para ella.
Gracias a la chica tímida, que decidió no mostrar ninguna parte de su cuerpo, que guarda todo el pudor que le pudo heredar el conservadurismo del siglo pasado, es que tú hoy puedes hacer lo que haces sin ser tildada de morronga, de aburrida, de frígida; porque esos adjetivos siguen reservados para ella.
Estás en un lugar bien cómodo, en el que no ser ni de un extremo ni de otro permite que no seas juzgada por ningún frente; para nadie eres un caso perdido, porque siempre puedes ser más puta o más frígida. Para mí solo estás ahí, suspendida, esperando que la corriente te lleve al lado más favorable, del que huirás cuando no te respalden y al que volverás cuando lo necesites. Debo reconocer que estás ahí y que, seguramente, todo será más fácil que para las chicas que se mueven en los extremos y eso, si lo aceptas y lo reconoces como parte de tu vida, no es algo que se pueda juzgar.
Por eso antes de mirar por encima del hombro a la puta o a la frígida, te invito a que les agradezcas tu comodidad, tu zona de confort, la posibilidad de no despertar ninguna reacción radical, más que las de las tías conservadoras de la familia que, de todas formas, siempre terminarán pensando que “pudo ser peor, que podrías estar posando en cuatro con cara de sexo”.
Tu camino será más sencillo, siempre tendrás dos referentes extremos con los que podrás compararte para salir bien librada y eso, en una sociedad tan depredadora como la nuestra, puede ser la decisión más inteligente. Porque ubicarse en un extremo, cualquiera que sea, implica cualificar tus argumentos, llenarlos de contenido, cargarlos de coherencia y actuar conforme a ellos, enfrentarse no sólo con la postura opuesta sino con el sin fin de matices que hay en medio y para ello, querida, hace falta pasión, seguridad, no tener miedo de caerse, de que duela, de que lastime, hace falta tener la fuerza suficiente para volverse a levantar cada vez más digna, más fuerte, más creadora que siempre, porque son las que se mueven en los extremos las que crean, las que sorprenden, las que nos abren el camino al resto.
Gracias a la vida no todas están en los extremos porque perdería la gracia. Pero también, gracias a la vida que existen, que son pocas, que se mueven, que cambian, que se arrepienten, que regresan y que al menos, no le quitan a su vida la posibilidad de generar reacciones radicales, de que los demás, por un momento, deban moverse a su ritmo y compás, para odiarlas o amarlas. Son las que viven en los extremos las que jamás pasan desapercibidas, las que sus parejas van a amar con toda la intensidad, la rabia, la frustración y la ternura posible, son las que marcan la vida de quienes las conocemos, son a quienes nunca terminamos de entender, son de las que siempre esperamos lo inesperado, pero siguen sorprendiendo. Son ellas, las de los extremos, las de las decisiones radicales, son las que dicen adiós y sabemos que jamás vamos a volver a ver… pero de vez en cuando aparecen y vuelven a dejarnos el mundo al revés.
Para ustedes, las que viven en el medio, el más fuerte deseo de que descubran qué las hace moverse, agitarse, coquetear con los radicalismos, vivir al límite. Porque la vida, fuera de los cánones de lo aceptado, es una carrera a contracorriente y con exceso de velocidad, pero es la carrera más apasionada, que más enseña, que mas fortalece; es la carrera que hace a sus competidoras dignas mujeres de las cuales aprender, sorprenderse, enamorarse.
Y para ustedes, las que viven en el extremo, cualquiera que sea, no tengo más que respeto, admiración, montones de amor y por qué no, toneladas de envidia… además de un grandísimo ¡VIVA!
Carmenza Zá
@ZaCarmenza
Etiquetado: articulitos ricos, bbyb, buena bonita y bogotana, Carmenza, revistabbyb
Si fueron capaces de tomar una frase debieron citar quién la publica, solo digo… Las cosas de frente.
Aurita, no puse el nombre porque no es un artìculo contra esa persona; sino contra el pensamiento. Hacerlo personal sobra, porque la actitud es la que considero reprochable y es a la que le escribo.
¿De frente? Pues està firmado, no puedo sino poner mi cara porque soy la dueña de las letras.
Ve a buscar fama a otro lado, querida.
Cual fama? Además es el colmo que se use ese pensamiento en contra de mar cuando ha sido de las que mas ha defendido al género incluso a ti y no tiene un pensamiento mojigato.. Como ella mismo lo dijo tiene fotos hasta casi porno sin escandalizarse y conociendo eso es que esta de acuerdo con otro tipo de fotografía.. Lo tergiversas poniéndola como la que está en contra cuando no hace mas que apoyarnos.. Hay que aprender a leer. Y por comentar no busco fama mas bien tu por tergiversar algo para ponerlo a tu favor.
Aura, yo no mencioné a nadie para evitar eso de que «se usa el pensamiento en contra de alguien». Mencioné un comentario en el párrafo inicial de un texto compuesto por 11.y, como el comentario está citado textualmente, no hay tergiversación de nada; lo demás es mi opinión. ¿qué parte no es clara?
Te me calmas y dejas el show, bienvenidos sean tus comentarios pero lo que quieras lo discutimos personalmente, a ver si sales del confort de la virtualidad.
Buenos aires.
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