La Esquina de Pinina – Viernes 25 de Octubre de 2013

Fotografía por Samuel Yacob Pomeranz

Un amigo me preguntaba hace poco sobre las posibilidades que existen ahora en cuanto al estiramiento del pene, lo cual nos llevó a considerar que un buen porcentaje de la población masculina siente interés en estirar el pene; tanto heterosexuales como homosexuales invierten una parte de su dinero en tratamientos para estirarlo y también para aumentar su diámetro. Ante la curiosidad que me causó el asunto me puse a averiguar sobre tratamientos relacionados con éste tema y encontré datos interesantes. Uno de los tratamientos más usados es el de la bomba de vacío, el cual consiste en un tubo que se ubica en el pene y que luego, con ayuda de una bomba, se vacía, generando una presión que se supone estira el pene; esta técnica ha de aplicarse de media hora a una hora todos los días, durante un tiempo aproximado de dos meses, para empezar a ver cambios significativos. Algunos que lo han probado con disciplina dicen haber aumentado el tamaño de su pene de unos 2 a 4 centímetros; lo que no logré establecer es si el pene crece proporcionalmente o si sólo se estira. Por otra parte, me surgió una inquietud que tampoco pude resolver con claridad y es la cuestión de las repercusiones que el estiramiento a través de la bomba de vacío tiene sobre la erección, pues, al parecer, el pene se estira y en la misma medida pierde la rigidez que originalmente debe tener cuando está erecto. Ahora bien, entre otras técnicas de estiramiento del pene también se destaca la del uso de cremas, las cuales ocupan el segundo lugar de efectividad y por lo tanto de uso; se dice que algunas pueden llegar a dar resultados formidables sobre todo si entre sus componentes se encuentra la pimienta. Lo que si no es recomendable son ciertos productos de estiramiento que apelan a técnicas distintas a las de la bomba de vacío y que consisten en mantener estirado el pene durante el mayor tiempo posible, pues, se dice que no tiene efecto alguno, además de la incomodidad de traerlos todo el día. De cualquier forma, cuando de estiramiento se trata, hay que considerar la inversión puesto que los tratamientos no son baratos, tampoco imposibles de pagar pero se requiere un verdadero interés en querer ensanchar y agrandar el pene para estar dispuesto a invertirle al menos unos 400 dólares de entrada. Por lo que a mí respecta sugeriría que quienes se sientan inconformes con el tamaño del pene busquen soluciones con otros modos de juego erótico y coitos por fuera de lo estándar que les brinde mayor seguridad en sí mismos y no se apenen por su pequeño pene, o que, por último, apelen a unos ejercicios de estiramiento del pene que dicen son efectivos y se pueden realizar con la pareja, éstos ejercicios se hacen con el pene flácido y consisten en estirarlo suavemente hacia arriba, hacia abajo, hacia un lado y hacia el otro. Al final la cosa de que el tamaño sí importa, según mi parecer, es relativa.