Esta es una historia real entre dos afiliadas a BBYB. El texto fue enviado por una de ellas





La verdad es que soy fanática de las vergas. Ya. Y nunca en la vida me imaginé que iba a terminar en un cuarto de motel haciendo tijerita con otra chica estando SOBRIA. Porque borracha uno hace cualquier cosa, o más bien le hacen cualquier cosa.
No importa cómo terminamos allá porque ni llegamos juntas ni nos fuimos juntas. La vaina fue más o menos así: Entré al cuarto, muy iluminado con ese azul neón que uno siempre imagina en los moteles, ella tenía un vestido como verde de florecitas y una sonrisa linda. Yo sé cuando una mujer es bonita o atractiva y puedo admirar la belleza, pero de ahí a que la vea y diga: “¡Uy qué rico!” Pues no. Eso no me pasa con las chicas, así sepa que están deliciosas, no me mojan. Y con Susana al principio no fue diferente, pa’ qué les digo mentiras.
La cosa cambió cuando me metieron en las fotos, me quité el pantalón y las botas, me quedé en cuquitos, brassier y camisa. Ella todavía tenía puesto su vestido y su sonrisa. Creo que eso fue lo más sexy de Susana, cómo miraba… Coqueta y pícara. De pronto es por todas las veces que me he echado dedo pensando en ella que creo que la puedo ver ahí mirándome y mordiéndose el labio de abajo. Pero yendo en orden:
Empecé a participar en las fotos siguiendo órdenes, tenía que ir a clase y pensaba en otras cosas. Pero fue ella la que se encargó de relajarme, y de paso arrecharme. Comenzó tocándome suavecito, con esos dedos de vieja que ahora sé que por muy delicado que sea un man, jamás te va a tocar así. Poquito a poco me iba mojando, me pasaba dos deditos por encima de los cucos, por el culo, por la espalda. Todo así, suavecito. Fue como si supiera dónde tocarme y exactamente cómo.
Regístrese para ver todas las fotos de LA TIJERITA
Clic acá para ver las opciones de afiliarse a BBYB
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...